Definitivamente la vida nos puso a prueba. Como dos locos vamos viendo si nos pertenece el mismo destino o si en verdad, la distancia y el tiempo, van a ganar la partida. A veces me gusta pensar que no es culpa nuestra esta soledad, pero en algo que se construye de a dos, seria absurdo pensar que alguien más tiene la culpa, sino nosotros mismos. Poco a poco vamos a ir creciendo, juntos o separados es lo que nos toca hacer. Madurar es una palabra tan grande que jamas pusimos en practica, y este es el momento de empezar a usarla. El tiempo dirá si esta primavera vamos a caminar juntos de la mano o si nuestros caminos se van a desencontrar. Por mi parte seguiré buscando respuesta a las preguntas que me persiguen y que invaden mi cabeza, porque a mi?, porque así?, porque ahora? Seria todo tan perfecto si ninguna de estas tuviera respuesta alguna, pero ya veo que el corazón no es tan grande ni tan fuerte como para poder ignorarlas, como para guardarlas en lo mas profundo para que no me afecten. Lo que que viene hay que enfrentarlo por mas que nos pese, los cambios se aproximan y hay que estar alertas para no volver a decaer, para no sufrir, para no morir, porque no existe medicina que sane una herida, ni tampoco hay cura para un corazón partido. Solo estamos vos y yo y no hay muchas alternativas, o seguir o parar. Cualquiera sea la desición va a estar bien, siempre y cuando no caigamos de nuevo en el mismo error. Todo lo que suceda de acá en adelante tiene su razón, y nada de lo que nos hizo bien durante mucho tiempo se va a borrar, mientras nosotros lo mantengamos presentes. Y así todo va a pasar, los buenos momentos, las alegrías y las tristezas y cuando nos queramos acordar vamos a estar viviendo la vida.